domingo, 10 de junio de 2012

Música: St. Vincent - Strange Mercy (2011)



 "Best finest surgeon come cut me open"

Cuando oí este CD por primera vez, fue muy extraño, jodidamente extraño: las guitarras sucias, la dulce voz de Annie Clark, una batería tétrica y unos sintetizadores que transmiten esa sensación de confusión. La unión de todo esto fue un viaje a un centro psiquiátrico, me explico: No fue esa clase de locura desenfadada que encuentras por ejemplo en un disco de Blondie, Velvet Underground  y qué se yo… TV On The Radio, sino una locura obscura y lúgubre -De cierta manera “accesible”-, donde muchas cosas carecen de sentido, y ni falta le hace porque el resultado es simplemente grandioso. En fin, vamos allá:

 
La historia comienza con "Chloe in the Afternoon" que tranquilamente inicia con unos sintetizadores delicados que ceden el paso a unos acordes de guitarra rudisimos con una suciedad sangrante seguidos de la angelical voz de Annie Clark… ¿Quién es esta Annie y por qué le jalo bolas? Observad porque, herejes:

¡Grrrrrr! 




La letra es confusísima y considero que hasta el momento no hay que pararle bolas. La voz de la chica y el sonido que la acompaña hasta ahora es excelente y no pudo haber sido mejor inicio para este CD. En seguida viene “Cruel” y aplican de nuevo los tecleados etéreos pero instantáneamente la chica comienza a demostrar cuan buena es con la guitarra sacando un riff muy pegajoso. Las letras no comprendo absolutamente nada: “Bodies, can't you see what everybody wants from you? / For you could want that, too” “You were the one waving flares in the air so they could see you / And they were as laughter, blowing past ya, blowing fastly so they can see ya” Disculpen mi ignorancia, pero mi no entender. En fin, continua con “Cheerleader” esta sí es escalofriante, con esas cuerdas dulces y luego un avasallador muro de sintetizadores que adquiere una magnifica resonancia. La letra es –a mi parecer espeluznante y precioso a la vez: “I've played dumb when i knew better / Tried so hard just to be clever / I know honest thieves I call family”, “I don't wanna be a cheerleader no more / I don't wanna be a dirt eater no more” ¿Machismo o esclavitud? Denle el significado que quieran pero sin duda alguna es una magnifica canción. “Surgeon” es en mi opinión la mejor canción de todo el CD. El riff que se saca la preciosa de Annie es  ajustadito, rapidísimo, perfecto y delirante. La primera vez que la oí, creí que era una computadora o alguna maquinaria insulsa que hacen música pop en la actualidad, ¡Pero no, carajo! ¡Es ella! Es genial y muy sexy. Cada vez que la oigo es como observar a alguien asqueado de cosas como la sociedad y eso que llaman popularidad. Un sufrimiento psicológico muy arrecho quizá. Leí que la canción había sido inspirada por una frase dicha por Marilyn Monroe, así que no estuve tan lejos. El final de la canción es monumental con esos pedales chillones que logran la epitome de ese estado de depresión o confusión. 
Hazme tuyo Annie.

“Northern Lights” y “Dilettante” son muy parecidas y creo que son canciones con el sonido propio de ellos. En ambas la guitarra de Annie gana más protagonismo, su sonido distorsionado y sucio es muy atractivo. “Strange Mercy” y “Champagne Year” se enfocan en crear atmosferas lunáticas y putrefactas con sus instrumentos donde la asiática de los teclados hace un gran trabajo. La batería sigue siendo nimia. “Hysterical Strength” y “Neutered Fruit” son el punto molesto en el álbum. Les explico: La primera de ambas es indigerible: teclados, guitarras y unos versos cualesquiera que aumentan y disminuyen su intensidad, ninguna cede, pero no hay daño al final. Y la segunda la odio porque la bonita de Annie intenta hacer gala de sus dotes vocales con unos cantos pomposos en los coros, que son fastidiosos y arruinan la canción. No todo es malo porque el álbum finaliza con la grandiosa “Year Of The Tiger” donde vuelven esas paredes de teclados pero con un ritmo calmado donde Annie canta angelicalmente sobre empresarios aburridos y viejos gordos con maletines de dinero. Un álbum que a primera oída lo amas o lo odias, no hay intermedios. Si decides escucharlo tienes que tener paciencia para descubrir las joyas que guarda. Es un buen álbum y hasta ahora no me arrepiento de haberlo escogido. Antes de finalizar debo admitir que a pesar que su sonido tiene tintes experimentales no se van tan lejos como por ejemplo: Pink Floyd y su Several Species of Small Furry Animals Gathered Together in a Cave and Grooving with a Pict (O todo el Ummagumma) que es un absoluto dolor de bolas. Está bien experimentar pero no hasta extremos insospechados.

Una mas no nos caera mal.



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