miércoles, 16 de enero de 2013

Cuando el teclado parece un muro:



Estaba un poco malhumorado cuando escribí esta entrada. Meh.
Generalmente no se me da bien hacer textos argumentativos, textos donde se establece una opinion y luego se justifica con la finalidad de convencer o persuadir al lector, debido a ello, mucho de los informes que hago para la universidad son el producto de un montón de textos provenientes de distintas fuentes, los cuales simplemente me limito a leer y ordenar según lo que exijan mis profesores. No por ello quisiera dedicar esta entrada a expresar alguna queja hacia los aburridos docentes, sino a explicar cuan... incomodo me resulta escribir esas dos partes del informe donde se debe explicar de una forma muy subjetiva la temática del trabajo en sí. Me refiero a las malditas "introducción y conclusión".
Sí, no saben cuán patético es esto: admitir que en todos los informes de investigación que hago, flaquean en estas dos partes. A veces me esfuerzo en escribirlos como una mera opinión y mis profesores me regañan por su carencia de estructura u orden (tal como ocurre con este texto). Hay momentos donde me da una apatía terrible intentar escribir mis opiniones de forma ordenada, así que simplemente pego párrafos vacuos mientras escucho alguna canción de pop japonés tan solo para hacer espacio.

Otras veces abro el Blogger, con mucho coraje decido escribir una entrada y cuando me topo con la página en blanco: ¡Bang!, todas las ideas desaparecen, lo cual me irrita mucho. En esos momentos solo me quedo observando el teclado e imagino que luce exactamente como un muro de concreto muy tétrico e imponente. Este muro aísla todas las ideas que habrían aparecido antes y me deja sin nada que compartir. Quizá sea el pavor de que alguien lea todo esto y no conozca el significado de la subjetividad, o tan solo sea algo chocante de mí. A veces me obligo a escribir un texto cualquiera sin importancia alguna y termino escribiendo algo sin dirección o sentido (justo como este texto).
El que aun no sepa escribir textos argumentativos —o alguna otra clase de textos de forma correcta, supongo—, o si doy uso correcto a los signos de puntuación y a todos los acentos diacríticos, justifica todo el tiempo que tardo para actualizar el blog. Esta sensación de ignorancia e inseguridad aplaca por completo la iniciativa de querer compartir algo y toma la forma de ese muro de concreto que ahora deseo derrumbar. Es así como nace este blog, cada uno con metas diferentes pero con un mismo objetivo; aprender sin temor a cometer errores.

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